Uno de los recursos más valiosos que puede tener cualquier empresa o institución es el elemento humano que labora en ella, por eso se invierte en el personal, se le capacita con seminarios, becas, licencia de estudios y, además, se le ofrecen las mejores condiciones de trabajo, para que pueda elevar su rendimiento laboral, se sienta a gusto, motivado y con deseos de producir.Contrario a esta política que siempre ha dado excelentes resultados en todas partes es lo que se vive en la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), en la que pareciera que estamos de vuelta a las prácticas persecutorias que en el pasado hacía la Policía Secreta con su acostumbrada prepotencia arbitraria de los cuarteles, en los que sometían a sus enemigos políticos a toda clase de abusos y violaciones.En esta universidad estatal existen serios y delicados problemas de abuso de autoridad, extralimitación de funciones de servidores públicos y violación a los derechos adquiridos y humanos, por parte de la actual administración, lo que ha empujado a esta institución hacia una crisis desde el año 2008 a la fecha. Y es que la mala actuación del rector —su esposa y un grupo de funcionarios y seguidores de su política— está dando muerte a la educación superior en Chiriquí, y son los responsables de los quebrantos de salud y desasosiego que padecen profesores que fueron demandados para despojarlos de su tiempo completo.A estos docentes se les han violado sus derechos rebajándoles el salario en más del 50%, violando lo que dice la Constitución Política en su Artículo 66, en el que se protege el salario. Esta situación ha originado un caos en la vida familiar de estos profesionales que ahora tendrán que vender enciclopedias, perfumes y cebiche para poder llevar el sustento a sus hogares, porque devengan un salario de hambre producto de la persecución feroz e inhumana del rector y de su esposa, quienes han administrado esta universidad como militares con tolete en mano, repartiendo rejo parejo a la comunidad universitaria.La esencia de este penoso asunto está en el hecho de que el rector debió declararse impedido para interpretar y ejecutar los fallos emitidos por la Corte Suprema, porque su esposa es la demandante y también la candidata a la rectoría en las elecciones que se aproximan. También es un acto ilegal lo que cometió el rector de ordenar bloquear el salario de Gonzalo Queipo Gutiérrez, en el Global Bank Corporation, lo que generó perjuicios al profesor, ya que un bloqueo de salario solo puede llevarlo a efecto el Órgano Judicial o el Ministerio Público. Queipo tiene 38 años de labor docente en la UNACHI.En consecuencia, el panorama en la UNACHI es sombrío, y se están socavando los fundamentos que sustentaron la creación de esta universidad del pueblo chiricano. * DOCENTE UNIVERSITARIA
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